España atraviesa una de las peores crisis en toda su historia. El desempleo alcanza el 23, 3%, y se prevé que en dos años el sector inmobiliario caerá en 23% (Crítico, 2012 ). El escenario económico es sombrío, tanto en el en el crecimiento, el cual se considera pasará del 1,6% al 0,3% a finales del 2012 (Mora, 2011), como en la inflación, que se encuentra en el 2% (Finanzas, 2012 ) y el deterioro de los mercados, debido a factores como el ajuste de gasto público, el cual será mayor que el contemplado hasta ahora, generando que el consumo recaiga y las exportaciones se frenen como consecuencia de la euro recesión.
Los mecanismos adoptados por el actual gobierno, donde se pretenden disminuir los impuestos a los grandes contribuyentes y hacer una reducción en el gasto militar, en el farmacéutico y en los subsidios, para atender la crisis de la deuda, la cual generan déficit del 5.8% (RTVE, 2012 ), pretenden respetar el límite legal de déficit establecido por la Constitución nacional, y el pactado ante la Unión Europea.
En medio de este panorama de cifras inquietantes que salen todos los días en los medios de comunicación, donde al parecer la palabra “crisis”- que viene del latín crisis y del griego κρίσις, y que se refiere a situaciones de cambios bruscos y modificaciones importantes (transavia)- moldea la sicología y la percepción estresante de la realidad nacional española. Sin embargo, los anuncios publicitarios de ofertas, descuentos, rebajas e incentivos de consumos continúan impregnando la vida diaria de la población, como si fueran la respuesta a la salida de dicha crisis.
Las cifras de paro van en aumento y se prevé que crecerán por un tiempo más, el gobierno está eliminando ayudas debido a las medidas de austeridad que debe tomar para poder cumplir con los compromisos a la banca europea y a sí mismos como estado. Pero aun así, se incentiva la compra de productos no por satisfacer necesidades, sino por el simple ánimo de que no decaigan las ventas de los grandes emporios mercantiles en España.
De hecho, la crisis actual se atribuye en gran medida al sector financiero altamente favorecido por los gobiernos, ya que tanto ellos como las organizaciones multinacionales controlan los mercados pensando en última instancia en el consumidor, aquel que trabaja todos los días para tener acceso a un porcentaje mínimo de lo que ellos producen.
El sector educativo, uno de los más perjudicados con dicha crisis, sería la mejor respuesta a la salida de la bancarrota, se necesitan nuevas ideas, nuevas estrategias para lograr que se restituya la confianza en la economía del “primer mundo”, actualmente tan endeudada y deprimida. Se necesita que se vuelvan a producir carros para los trabajadores, como lo dijo Henri Ford, porque el consumo si puede ser a respuesta a la crisis en la medida en que la población tenga con que consumir, que circule el dinero y no se concentre en pocas manos.
Bibliografía
Crítico, D. (03 de 16 de 2012 ). Dario crítico . Recuperado el 19 de 03 de 2013, de http://www.diariocritico.com/tags/crisis-economica
Finanzas. (20 de 03 de 2012 ). Finanzas.com . Recuperado el 20 de 03 de 2012, de http://www.finanzas.com/economia/ipc/espana/
Mora, M. (28 de 11 de 2011). El País . Recuperado el 19 de 03 de 2012 , de http://economia.elpais.com/economia/2011/11/28/actualidad/1322469177_850215.html
RTVE. (03 de 2012 ). RTVE.es . Recuperado el 20 de 03 de 20120 , de http://www.rtve.es/noticias/20120312/guindos-se-cita-su-homologo-aleman-antes-del-eurogrupo-para-explicarle-nuevo-deficit/506664.shtml
transavia. (s.f.). Transavia.com. Obtenido de http://definicion.de/crisis/
Carolina Rojas Acosta
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